Rob McCurdy, director de colegio jubilado, nos cuenta por qué sigue viniendo para hacer de voluntario

Me llamo Rob, soy de Australia y una vez terminé mi larga carrera como profesor, supe que estaba preparado para ofrecer mis servicios siempre que fuera posible. Hablando con Adrian, uno de los fundadores y el Director Ejecutivo de Tuk Tuk for Children, me despertó el interés y, como dicen, el resto es historia.

Me comprometí a comprar un billete hacia Nom Pen y me recibieron dos miembros del equipo. A partir de ese momento, fue una experiencia que podría decir que ha cambiado mi vida. Las siguientes 6 semanas conocí y trabajé con voluntarios de 8 países (si no recuerdo mal) y construimos una amistad que todavía perdura. Visitamos escuelas, aldeas y participamos en eventos de la comunidad con la única intención de mejorar un poquito las vidas de las personas con las que nos íbamos encontrando.

Si el tema económico te preocupa, piénsalo… vivir en Pursat es muy barato comparado con los países occidentales. Un hostel que esté bien puede costarte unos 18$ estadounidenses, pero si te quedas en TT4C ahora que tienen alojamiento disponible, y en el centro de Pursat, sólo te va a costar 120$ al mes, o 4$ por noche. Los costes diarios son muy bajos, contando que una cena buena y en cantidad te costará unos pocos dólares. Las cenas son regulares, y es el momento de socializarnos y compartir nuestras experiencias con personas de todo el mundo. También compartimos ideas y pensamos qué intentaremos conseguir el día siente o las próximas semanas. Siempre hay una tribu que te acompañará hasta tu casa, y las bicis están disponibles para ser utilizadas, aunque a veces hasta llevamos el tuk tuk. Hay un programa sencillo, pero muy efectivo de orientación para los voluntarios. TT4C es una ONG registrada en Australia y se rige por unas normas. Igualmente, tengo que decir que Pursat es un lugar seguro.

Algunos de los voluntarios están unos días, otros una semana, un mes, o hasta un año! Yo volví 8 semanas más en 2016 y dos meses en 2017. Volver es como llegar a casa de nuevo, sobretodo cuando te reciben los niños y niñas (y muchos adultos) sonriendo, dándote la bienvenida.

Y ¿qué hace uno para ayudar? Hay un surtidor de ideas sin fin. Adrian y el resto del equipo siempre tienen sugerencias en mente y tu trabajaras codo con codo con ellos, como un miembro más del equipo.

En un día “normal” yo solía hacer lo siguiente:

  • Dar apoyo a las trabajadoras locales en planear la jornada en inglés, para que mejorarán todavía más su nivel.
  • Visitar los colegios y “trabajar” (o mejor dicho, divertirme) con los niños y niñas de entre 3 y 14 años. En una ocasión trabajé con un voluntario de Canadá de 11 años, que daba clases virtuales (bajo supervisión de un adulto).
  • Embellecer los suelos del colegio de BBC.
  • Formar a profesores.
  • Tuk Tuk Theatre (Cine), visitando las aldeas locales para interactuar con los más pequeños y enseñarles mediante el juego.
  • Visitar a jardines de infancia para implementar la biblioteca de juguetes y de libros móvil.

También he asistido a bodas, funerales, eventos culturales y celebraciones, he visitado el mercado local, he formado parte de las clases de natación, he cenado en casa de locales, y también he aprendido mucho y he sido recibido siempre con una sonrisa.

Lo que recibo es enorme, y “1000 sonrisas por día no tienen precio”.

Si tienes cualquier duda, será un placer responderte. Puedes escribirme al correo [email protected], o dirigirte a Adrian en cualquier momento.

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