La ciudad de Pursat es bastante pequeña comparada con otras, aunque tiene una cantidad sustancial de habitantes. De un extremo a otro de la ciudad hay poco más de 2km, así que puedes moverte de distintas formas.

Caminando: recomendado para distancias cortas. Conocer la técnica para cruzar las carreteras lleva un tiempo, pero las normas son sencillas. Decide dónde quiere ir y cuando veas un hueco, no cambies de opinión y cruza. Si vas decidido, los conductores pararán y tu podrás continuar imparable. Ir hacia el mercado supone menos de 45 minutos andando desde cualquier punto de la ciudad. De todas formas, nuestra oficina y el alojamiento que ofrecemos a los voluntarios (cuando está disponible) está a menos de un quilómetro del mercado. Caminar se puede convertir en un problema durante la noche porque muchos perros dejan de vigilar para adoptar una actitud más agresiva. Para que se alejen, basta con simular que te agachas y les tiras algo.

En Bici: un modo muy común de transporte. Tenemos un par en la oficina, así que si están disponibles, podrás utilizarlas sin problemas. En otras ocasiones, los voluntarios compran una de segunda mano por unos 40$ y cuando se van, la dan a uno de los niños o niñas.

En moto: los voluntarios de larga estancia tienen una moto y no dudarán en acercarte a tu alojamiento después de una “agradable velada”. También puedes comprar una por unos 200$. El uso del casco suele ser obligatorio, mientras que no poseer licencia internacional no acostumbra a ser un problema.

Transporte pagado: puedes coger una moto taxi o un tuk tuk. Los precios son razonables, pero seguramente necesitarás saber un poco de camboyano para comunicarte con ellos. Ellos siempre buscan clientes, así que vas a escuchar muchas veces “¿Tuk tuk?” mientras vas caminando.

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